lunes, 9 de diciembre de 2013

DIARIO O BITÁCORA "LA AUTONOMÍA"


"DIARIO O BITÁCORA DE LA AUTONOMÍA "



Los días 2 y 3 de diciembre de 2013, que fueron los primero días de clases, abarcamos un tema muy interesante, titulado "Autonomía" que incluye su definición, la relación así como la diferencia entre éste término y el de independencia, los factores que influyen que el adolescente desee alcanzar la autonomía, los beneficios, los tipos de autonomía que se pueden logar, la intervención de los padres y maestros en este proceso.

Aprendí que aunque la autonomía y la independencia tienen cierta relación, son conceptos diferentes; la independencia es la capacidad individual de actuar por sí mismo, en cambio la autonomía tiene elementos emocionales, cognitivos y conductuales, es una cuestión psicosocial que se refiere a la capacidad de gobernarse a uno mismo, decidir nuestras relaciones, desarrollar nuestras capacidades para tomar nuestras propias decisiones así como estar dispuesto a aceptar las consecuencias de esos actos, la independencia de creencias, en fin,  reflexionar, pensar, decidir, sin la intervención de otras personas; es decir, la independencia sería un medio para alcanzar la autonomía, entre más independencia tengamos, más autónomos seremos.

Además comprendí que el desarrollo de la autonomía, es una necesidad en la adolescencia porque es la etapa donde comienza una serie de cambios físicos que transforma el cuerpo del individuo, lo cual lo coloca en una crisis de identidad ¿quién soy?, otro factor son los cambios cognitivos donde comienza a modificarse y desarrollarse el pensamiento por lo cual, adquieren mayor madurez, capacidades, conciencia además de que analizan y reflexionan con más facilidad,  otra causa son las situaciones sociales que continuamente están exigiendo al pupilo ser más maduro, responsable y consciente.

También analicé los tipos de autonomía, es decir, las diferentes formas en que damos a conocer nuestra autonomía, el primero es la autonomía emocional, que se manifiesta cuando somos independientes emocionalmente de las relaciones con los demás, por ejemplo: comienzan a haber cambios en la relación que tenían con sus padres; la autonomía conductual quiere decir que desarrollamos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones sin consultar a otros, por ejemplo cómo nos vestimos, de la misma manera que somos responsables de ellas éstas; y la tercera, la de valores, que es un desarrollo independiente de creencias, siendo así capaces de llevar la vida de acuerdo a nuestros criterios morales, por ejemplo, cuando discernimos entre el bien y el mal.

De la misma forma, estudié los cuatro componentes de la autonomía emocional, que habla acerca de la desidealización, cuando comienzan a desprenderse de las ideas de que sus padres eran omnipotentes así como omniscientes; ver a los padres como personas, es decir, que ya no crean que son todopoderosos, sino que son como ellos, personas que tienen sentimientos y errores; la no dependencia o el grado en que los adolescentes dependían de sí mismo, no sólo de sus padres; los individuados, es cuando se reservan algunas cosas, que consideran como privadas lo cual no quiere decir que no tienen confianza sino que se reservan ciertas cosas, desencadenando dos modelos: cambios de apariencia física y cognitiva, lo cual aumenta los conflictos entre padres y adolescentes, por lo que los hijos piensan que ahora se deben cambiar algunas reglas del hogar o adaptarse a una nueva situación, lo cual no es la mejor solución, sino que lo apropiado sería lograr el diálogo entre sus autoridades.

Conocí la relación entre la autonomía emocional y las prácticas de los padres, entre las conductas de éstos de forma facilitadora, o sea, que piden mayor aclaración, analizan la lógica, aceptan al adolescente, lo apoyan para que desarrollen sus ideas por medio de preguntas y respuestas, sobresaliendo la tolerancia en las diversas opiniones; por otro lado se encuentra la conducta limitadora, es decir, que tienen dificultades para aceptar la individualización de sus hijos, las reacciones de sus expresiones como pensamientos.

Por último, reflexioné sobre los tipos de padres: autoritativos o democráticos, que marcan lineamientos y normas conductuales pero de manera flexible, es decir, abiertas a discusión, fomentando una atmósfera de cercanía, interés y franqueza y responsabilidad; los autoritarios, imponiendo reglas rígidas, se oponen ante la independencia del adolescente, anteponiendo extrema frialdad, incomprensión y castigos, lo cual obstaculiza la individualización del adolescente,  algunos pueden llegar a ser irrespetuosos o rebelde u demasiados sumisos e inseguros; y los padres indulgentes e indiferentes, que no ofrecen suficiente guía a sus hijos, no ponen normas de conducta adecuada, excesiva tolerancia, generosos en exceso, dejan el cuidado de sus hijos en mano de otros, tratan de compensar el tiempo libre con dinero, lo cual tendrá como consecuencia adolescentes que crean que no hay autoridad lo que creará mucho problema para los maestros.

La maestra Rosita, nos enseñó de una manera muy agradable, porque no sólo se conformó a dejarnos la lectura de tarea  y que escribiéramos el reporte de eso, sino que vinculó la participación de la clase para conocer nuestro punto de vista y relacionarlo a nuestra vida, además ella también dio su punto de vista, exponiéndolo mediante imágenes utilizando presentaciones de Power Point donde también colocó los puntos más importantes de la lectura, lo que a mi consideración hace que entendamos mejor todos los puntos.

Todo lo dicho hasta aquí, lo he entendido muy bien, al principio me costó diferenciar entre autonomía e independencia, ya que muchos la utilizan como sinónimos, pero al analizar el concepto, los tipos y los componentes de la autonomía, vi que es mucho más complicado que la independencia ya que engloba factores como lo emocional, conductual y moral.

En conclusión, esto nos hace conocer más acerca de los adolescentes, comprenderlos y reflexionar sobre lo que pueda estar pasando en su vida, porque sabremos que es parte de su desarrollo; reflexionaremos sobre lo que a nosotros también nos pasó en algún momento de nuestra vida, de la misma manera trataremos de apoyarlos para aligerar su carga, explicándoles que es un proceso necesario, poniéndoles vídeos como el que aparece en la parte superior, leyéndoles lecturas, etc; además podemos hacer participantes a sus padres para que ellos también piensen en qué tipo de padres son, qué deben de cambiar y cómo, por medio de conferencias o juntas para que en conjunto trabajemos para que el adolescente logre una independencia y autonomía plena.

Por otro lado, reflexioné sobre ¿qué tipo de maestra seré?, acaso democrática, autoritaria o indiferente, por obvias razones, desearía ser una maestra democrática, pero ¿cómo podré lograr eso?, además ¿qué tipo de conducta tendré con los adolescentes?, ¿qué consecuencias tendrá la decisión que yo tome?; me esforzaré para dar lo mejor a mis alumnos, apoyarlos, guiarles para que sean mejores, poniendo reglas flexibles, comprenderlos, aceptarlos, animarlos, comunicándome con ellos para llegar a un acuerdo por medio del diálogo para que logren una mejor autonomía e independencia.

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